jueves, 31 de marzo de 2011

Necesito la respuesta.

Te vi anoche a través de los cristales rotos de mis recuerdos, sonreías tranquila jugabas en ese mágico jardín de rosas inmortales, la vida me ahoga, me siento prisionera de un horrible páramo donde no hay luz todo se hace negro, hay fango alrededor soy la hoja de ese árbol a la que todos desdeñan, ese refugio donde solo el silencio se pone a cantar.
Esta noche estoy especialmente triste, hay penas que calan y desgarran el corazón y esta maldita soledad a la que parece estoy predestinada desde que tengo uso de razón, Tita siempre decías que Dios escucha, a ti nunca te escucho estoy segura, pero la fe, ese algo inexistente nos motiva a continuar, me aterra la idea de que no exista Dios, me da pavor la idea de que en esta tierra ya no exista gente buena. Sabes ayer abrí la puerta del pasado y por primera vez no tuve miedo, tu estabas ahí para llenarme de esa infinita seguridad esa enorme confianza  que nunca mas he vuelto a encontrar en ser humano alguno, me ha tocado esquivar demasiados puñales por eso ya no creo en nadie, desconfianza es mi segundo nombre, la gente es muy cruel y tu lo sabes a veces me adviertes en los sueños del peligro que me rodea, lo llaman locura yo lo llamo intuición.
Camino en medio de aguas turbulentas, siento que mis colores se han agotado, mi tenacidad se ha convertido en derrota, y buscando ese Amor del que hablabas tantas veces en tus cuentos, hoy me he dado cuenta que todo es fantasía, que no es posible un sentimiento así que fueron fabulas que inventaste un día para apartarnos de la dura realidad que nos toco vivir, el amor al igual que la vida causa mucho dolor es un espejismo que enloquece al corazón y que luego lo arrastra hacia un abismo de locura y desesperación, insisto la vida es como una pompa de jabón, un carrusel que no para de dar vueltas y a veces abandonamos la voluntad de seguir decidimos bajar sabiendo que para los demás la vida sigue y siempre sera igual.
Tita extraño tanto los olores, los sabores, de esa infancia infeliz, la serena paz que habitaba en tus ojos color esmeralda, echo de menos los abrazos e incluso los regaños, con dulzura me hacías comprender aquello que mi terco corazón se negaba a hacer, echo de menos tu voz tita, esa con la que me arrullabas y calmabas mis angustias, lograste ser el bálsamo que curo mis heridas, no me imagino ese averno sin ti. Cuando te fuiste te obedecí me fui lejos y ya vez ni aquí logro olvidarte no consigo vivir en medio de tanta confusión, ni unir los pedazos de este espejo roto que lleva mi nombre, dudas, miedos siempre igual.
Mis ambiciones no son materiales, necesito paz mi espíritu esta cansado, y mi anima atribulada siento un profundo vació en mi interior, Dios esta dormido y no me escucha por mas que elevo mi voz, mi oración echa con lagrimas solo escucho silencio.
Soy una efímera candela que pronto se apagara, una gota de rocío que se evaporara, escultura de arcilla echa pedazos, insisto, que sentido tiene esta vida si en ella es todo sufrimiento, desearía resucitar a Confucio, Aristoteles, Buda o Lao-Tse y que ellos encendieran en mi una chispa de conocimiento, tal vez la sabiduría radique en apagar la luz a la tristeza y encender la luz a la esperanza. Los seres humanos vivimos inventando teorías que llenen el inmenso vacío del ánima pero nadie encuentra respuesta a esta pregunta: que es la vida? Necesito la respuesta.
Tita siempre te recuerdo abrazada a tus santos, rogandoles bajito te cambiaran la suerte, sollozando y de rodillas tantas veces en vano, era una niña poco entendía de aquellas extrañas comunicaciones, solo les pedía a esas extrañas estatuas de cera te quitaran tus sufrimientos y me los dieran a mi, gracias a ti conocí la primera iglesia y a ese ser supremo que han inventado los hombres a veces pienso que para manipular sentimientos, Tita  Dios nunca te hizo caso porque habría entonces de hacermelo a mi.
Dios es un misterio,  y siento la enorme necesidad de decodificar el camino que me lleve hacia él. Tengo sed de Dios, y miedo mucho miedo Tita...