sábado, 6 de octubre de 2012

LOS VIDENTES Y LOS MÉDIUMS

Cuando morimos y abandonamos el cuerpo físico, pasamos al nivel de conciencia en el que nos sentimos más cómodos. Cuanto más amor y sabiduría experimentemos, más avanzados estaremos en el otro lado. Sigue sorprendiéndome la similitud de los conocimientos que me transmiten mis pacientes cuando están en estados meditativos o hipnótico s profundos. Gente que no ha acabado los estudios, físicos nucleares, abogados y atletas profesionales me cuentan prácticamente las mismas cosas sobre el estado espiritual y nuestro objetivo en la Tierra, lo que da bastante credibilidad a sus experiencias. 

Quiero subrayar una vez más que esos descubrimientos son médicos y que los he ido acumulando a partir de muchos cientos de pacientes. Encontrar tanta similitud y tantas correlaciones es algo sumamente significativo desde el punto de vista estadístico. A algunos individuos se les da mejor comunicar conocimientos de fuentes espirituales. El vidente estadounidense Edgar Cayce fue un ejemplo de ello, y su obra se ha estudiado y analizado detenidamente. Todos hemos oído hablar de los poderes de algunos videntes y clarividentes de Oriente, como Paramahansa Yogananda, pero en Occidente también hay personas con dotes parecidas. 

He tenido la suerte de conocer a algunas y he sido aún más afortunado al poder comprobar que su trabajo da validez a las experiencias y las historias de mis pacientes. Yo evalúo mis experiencias con la mente preparada de un psiquiatra. Ser analítico es completamente compatible con ser abierto de miras. He conocido a personas con poderes increíbles y también a otras con dotes limitadas o inexistentes. Los espíritus, lo mismo que la gente, tienen muchos niveles. Los de los niveles inferiores pueden transmitir mensajes equívocos o incluso perjudiciales, normalmente a personas con poderes de médium limitados o faltos de un desarrollo espiritual adecuado. Los espíritus de niveles superiores parecen accesibles sólo a personas con un desarrollo espiritual superior y a quienes tienen una Intención genuina, a los que no poseen motivaciones ulteriores para enriquecerse a costa de los demás. 

Cuando una persona conoce a un vidente o a un Sabio cuya motivación es ayudar a los demás a comprender, curar los corazones y ayudarles en su trayecto espiritual, puede sufrir un cambio profundo de su conciencia. El mundo le parecerá diferente, lleno de seres ocultos que están aquí para ayudarnos e inundado de una energía de amor que refresca y renueva su alma. Puede que usted mismo experimente espontáneamente otros hechos que transformen su vida. Los sueños, las experiencias de déjà vu, los episodios de clarividencia y otros sucesos paranormales (incluidas las experiencias cercanas a la muerte) pueden provocar un despertar permanente a la verdadera naturaleza de la realidad. La meditación puede aumentar la posibilidad de que sucedan una o más de esas experiencias. Sin embargo los seres humanos tendemos a olvidar, o al menos a racionalizar y minimizar, cualquier experiencia que consideramos «improbable» o «extraordinaria». Es más, dejamos que la mente «lógica» reste el significado espiritual a la experiencia. Alguien dijo una vez que lo que llamamos coincidencias, en realidad son las huellas dactilares de Dios. 

No puedo inducir regresiones a un número suficiente de ustedes, ni formar a bastantes terapeutas para que traten a todo el mundo (y me refiero a todo el planeta). Pero lo que sí puedo es compartir estas historias y experiencias verdaderas con ustedes, recordándoles una vez más su naturaleza espiritual y que en todo. 67 momento les llena y les rodea una energía de amor y ayuda. Como decían los místicos cristianos, no se trata de seres humanos que tienen una experiencia espiritual, sino de seres espirituales que tienen una experiencia humana. A medida que he ido explorando más y más en la mente humana y en los límites de la conciencia, me he topado con gente con poderes extraordinarios. Algunos acceden a información que normalmente no puede conseguirse a través de los cinco sentidos. 

Parece como si tuvieran un sexto sentido, un conocimiento o una intuición interiores, y a veces la información recibida de ese modo puede ser bastante precisa. Otros tienen poderes de médium, la capacidad de recibir y transmitir mensajes y conocimientos de seres «del otro lado», sean guías espirituales, seres queridos ya fallecidos u otras fuentes de conciencia situadas fuera de los límites habituales del cuerpo y del cerebro. A la gente que de verdad tiene aptitudes no le hace falta engañar, utilizar trucos o magia. 

Saben cosas que no «pueden» saber según nuestra concepción actual del funcionamiento de la mente humana. Sus dotes son auténticas. Por otro lado, el campo de los videntes y los médiums está repleto de oportunistas, farsantes y manipuladores. Es muy importante ser capaz de separar a los auténticos de los falsos. He aquí algunas reglas generales: 

1. Todos tenemos poderes psíquicos y muchas más aptitudes intuitivas de las que conocemos o utilizamos. Sopese detenidamente cualquier dato o material que reciba de un vidente, de acuerdo con su propia sabiduría intuitiva. Si la información que le ha dado no le parece correcta o no encaja, es probable que sea incorrecta........
No para todos es agradable este don o perturbación, en realidad tratar de analizar lo inexistente es demencial, las ramas espirituales que nos unen al universo son indiscutibles, los sueños pueden traer mensajes inexplicables, o las visiones pueden ser muy desagradables, es de inconscientes tratar de engañar a otros simulando un don inexistente, hijos de Dios somos todos por lo tanto su amor infinito debe ser esa luz que alumbra y despierta nuestra conciencia para obrar con bien sin lucrarse de nadie, hay muchos estafadores, pero sin duda el mundo espiritual aunque invisible es totalmente real. Y no para todos es un experiencia extraordinaria.