martes, 18 de enero de 2011

El Canto de los Pájaros (cuento espiritual)


Se cuenta que hubo una niña llamada Myo que vivía en la
cima de una montaña cerca de un gran templo budista. Un día Myo escuchó
la charla de un monje llamado Zenji y le extrañó mucho lo que decía.
Zenji hablaba de cómo escuchar el canto de los pájaros. "Qué raro, pensó
Myo, cualquier puede oír el canto de los pájaros". "¿Verdaderamente
oyen el canto de los pájaros?", decía Zenji. "Es necesario que se
pregunten: ¿quién escucha?" Es necesario buscar el lugar de escuchar:
"¿Desde donde se escucha verdaderamente el canto de los pájaros?" Myo
quedó asombrada: ¿dónde estará ese lugar donde se puede verdaderamente
escuchar a los pájaros? ¿Dónde hallar el lugar de escuchar del que Zenji
estaba hablando? Entonces decidió que buscaría por sí misma ese lugar y
desde entonces se mantuvo muy atenta a todos los sonidos que le
rodeaban, especialmente al de los tordos, las palomas y los gorriones
que abundaban por el lugar. Pero no lograba encontrar la respuesta.
Quizás está en el templo pensó un día y se quedó mucho rato escuchando
en el jardín de los monjes, hasta que apareció Zenji y se quedó a su
lado acompañándole. Myo escuchó con tanta atención que hasta se olvidó
de que estaba buscando el lugar de escuchar, pero pudo se sintió feliz
al oir la respiración de Zenji acompasada a la suya. Entonces el gong se
dejó oír, era la hora de cenar. Los dos rieron sorprendidos y cuando se
despidieron Zenji le susurró al oído: "El lugar de escuchar se
encuentra allí donde tú estás, allí desde donde puedes escuchar el
latido de tu corazón y el latido de la vida de la que formamos todos