Han muerto las nostalgias que crecían en el jardín del pensamiento, se han roto los cristales de la eterna melancolía, quiere salir el sol de su enorme caja de arena, y la luna pinta de azul las estrellas. La vida es un misterio indescifrable, de códigos imposibles, en una semana me hago un poco mas vieja, dirían también un poco mas sabia, tonterías, yo voy en retroceso los años me vuelven mas tonta, en la infancia creía en lo posible con los años he comprobado que todo es imposible.
Me he refugiado bajo el árbol de las tristezas, he deshojado uno a uno mis recuerdos, y mis sueños cabalgan ya hacia el infinito porque todos son sencillamente imposibles.
Tengo un poco el pelo blanco, el andar cansado, y el corazón enfermo de tantas cicatrices incurables, y eso que aun no llego a los cuarenta y honestamente cada día deseo menos llegar, camino entre tinieblas sin esperanzas ni deseos de ver ninguna luz, lo hago por inercia, no tengo amigos cada día me gusta menos esta cruel humanidad, la maldad se oculta en cada rincón del universo, son pocas las estrellas bondadosas que alumbran este averno.
El destino me lleva a rastras por las calles del dolor, me dejo llevar de su mano siento que no hay mas remedio, que vagar entre las sombras de la desesperación, la esperanza se quedo en una esquina de la cual no recuerdo el nombre, me he resignado a mi mala estrella, soy una hoja marchita que se mueve a voluntad del viento, que se pudre hundida en el fango, bajo la sombra de un árbol llamado desdicha , una vulgar flor de pantano que en mayo nació al dolor....
