domingo, 3 de abril de 2011

Eso soy...

Carezco de sensibilidad artística,
vivo con una inquieta insatisfacción,
envuelta entre arrebatos líricos
me siento un volcán en permanente ebullición...

Espejismo de agua en la lejanía
candil que alberga un sueño de poeta
encontrar el Amor una noche de luna llena,
ahogo mis congojas en sacrificados silencios,
soy ave que vaga entre las sombras
tejiendo quimeras en un mar de ensueños...

Hileras de sol en libertad
flor que se mece lenta y sensual
en el lomo del mar,
llamarada de luz azul,
melodía con sabor a llanto,
cabalgo en un mundo irreal...
una hoja temblorosa que duerme
debajo de una inmensa tempestad...

Cruz y Calvario

 Mi testa vive en un mar de confusiones y las malvadas pesadillas no se van, tuve un sueño horrible no podía despertar. Me veía en una especie de pueblo antiguo iba supuestamente con mi madre debíamos buscar algo no sé que cerca había una iglesia o campanario, entraba a una capilla no sé de donde veía muchas velas encendidas a mi alrededor, de pronto recordaba que debía ir a buscar algo veía a un hombre y una mujer hablando a través de una enorme ventana los veía con fotos y papeles en sus manos, les escuchaba murmurar acerca de mi pero no entendía lo que decían, de repente el aire se empezó a llenar de una especie de niebla, era como un gas venenoso, veía cientos de personas alrededor caían asfixiados me gritaban que me alejase que moriría, en la confusión no podía casi moverme, sentía que me ahogaba, los pájaros, los arboles la gente todo caía como plumas, como las hojas de otoño no se era un espectáculo muy desagradable. Trataba de huir y no podía necesitaba encontrar a mi madre la buscaba y no la hallaba, de pronto fue como si me viera en medio de un enorme río donde los cadáveres de la gente y las aves flotaran a mi alrededor una cosa horrible. Con esfuerzo lograba salir de ahí cruzar al otro lado donde esa niebla venenosa no me atrapase, me refugie en una especie de capilla donde las velas aun continuaban encendidas me quede en un rincón y solo llamaba a mi madre necesitaba que apareciera pero durante el sueño no volvió a aparecer, no veía imágenes de santos ni nada parecido solo los cirios comencé a rezar y creo que así desperté con la angustia de casi todos los días las pesadillas no desaparecerán mientras no se aclaren tantas cosas. Dios mío sino decides lo contrario como de costumbre, el 30 espero ir a la gruta de Lourdes, no busco milagros solo busco paz, sé que esa visita no cambiara las cosas pero por los menos distraeré mi mente. El calvario nunca terminara porque seguire viviendo en un lugar que no me gusta, con alguien que tampoco me gusta pero en el mundo nunca se tiene lo que se quiere sino lo que se puede tener.