miércoles, 30 de noviembre de 2011

Mi corazón se aferra a esta tierra...


Voy bordando nostalgias en los lienzos de mi escasa imaginación, seleccionando los hilos del color perfecto para poder expresar a través de ellos los que siente el corazón,  viajo hacia el sur a una montaña sagrada de la mano de Inty y Killá deseo me hereden su calor y su paz,  esta mañana observe un mendigo, ya he dicho que me gusta la gente de cualquier tipo de cualquier clase, color, religión o estado natural o artificial, es la esencia la que me llama la atención en las personas, ese perfume que nos envuelve de cariño el corazón o nos aleja, pues hay esencias muy amargas.

En la mirada de ese indigente vi resignación, angustia, desesperación, pero sobretodo miedo, sus ojos claros estaban vacíos reflejaban una profunda soledad, una rama a la que el mar arrastra sin rumbo fijo, una hoja que vaga contra corriente en un río de continuas desdichas y decepciones.
Un hilo que se rompió, un espejo partido en mil pedazos, un árbol hueco, que vaga solitario por las calles del mundo.

Bordo con hilos desteñidos mi vida, la que fue de la que he aprendido, voy casi por la mitad de la montaña, una alpinista regular, subir cuesta mucho más que bajar, cada tropiezo nos enseña a agarrarnos con más fuerza, para no caer al abismo.
Me siento libre de ataduras materiales, el único hilo que me ata al universo se llama Dios y es de color AMOR, me gusta escribir aunque lo haga muy mal, pero me gustan las palabras tanto como la gente, me entretiene observar a los demás ver lo parecidos que somos y lo diferentes que nos sentimos.

Debo admitir que siento una extraña fascinación por la gente catalana no sé son raros pero más buenos que el pan me gusta mucho esta gente, sus costumbres, su idioma, sus nostalgias, su manera fría de a veces mirar pero de amar como nadie, siento debilidad por esta tierra de gente trabajadora, emprendedora, soñadora y gentil. Dicen que son tacaños pero eso es lo de menos por que ellos te dan algo más importante y valioso que te llena y alimenta el ánima, los catalanes te entregan el corazón son gente sencilla con mucha sensibilidad.

Los hilos se me enredan, mi imaginación se tropieza, pero mi corazón se aferra a esta tierra que amo aunque no sea mía, que bonitas se ven las estrellas bajo el cielo de la Costa Brava, la luna peina sus cabellos y sus rayos dorados cubren de especial encanto las playas de este paraíso celestial donde siempre digo Dios se pasea algunas noches disfrutando de una de las maravillas de su creación, sientes el suspiro dulce del respirar de los Ángeles, tu espíritu se conecta a lo infinito y sembla que tuvieses Alas y pudieses volar más allá de las estrellas…