miércoles, 6 de abril de 2011

Una barca vacía.

Observo a través de la ventana azules sueños, la primavera de flores encantadas, aves con plumas doradas y ese mundo fantástico al que aun no me atrevo a entrar a través de esa puerta mágica que algún día inventare.
Anoche estaba embriagada de nostalgias, me acosté en la playa a mirar la luna y contar las estrellas, divise a lo lejos tu sonrisa, dulce, diáfana, divina, tendida en la arena empece a llorar, lagrimas azules brotaron de mis ojos, el mar mojaba mis pies y yo soñaba despierta imaginando que estabas a mi costado, queriendo convencerme de que algún día todo cambiara para mejor y yo con aquella disimulada sonrisa pensando en mi interior “los sueños...sueños son”...
Te vislumbro ahí en medio de las olas, el mar bravío asoma tu rostro a mi recuerdo, he lanzado rosas al mar para que adornes tu refugio, para que ellas te lleven el aroma de mi amor, la esencia de todo cuanto siente mi atormentado corazón, he dibujado tu nombre con piedras en la arena, con conchas y corales he dibujado un corazón, hay una barca vacía meciéndose en medio del océano todas tus cartas de amor están en ella, perfume de amor que se mece a la deriva...
Se a encendido una música en mi mente, !no!, no es música es tu voz, aquella con la que me arrullabas aquellas tardes de invierno en medio del campo, escondidos de la gente, en aquel entonces aun con ganas de vivir...
Que me queda ahora en esta celda oscura, terrorífica, alejada del ruido, escondida del mundo, bebiendo cada día vino de amargura, pan de infinita soledad, enlazando absurdas palabras, para no ahogarme de tristeza solo eso.
Dios te libero antes de la pesada carga de este mundo y a mi me sigue hundiendo en este averno de desesperación, he amado algunas veces, pero todas las veces me han partido el corazón ya he perdido la esperanza de volver a amar, de volver a soñar, de volver a vivir, me he resignado a mi destino, y sino muero de pena ya el tiempo se encargara de acabar conmigo, por fortuna no existe eternidad.
Siempre me da miedo acercarme a alguna puerta que evoca mi pasado, que es tan horrible como el presente que ahora vivo, la tormenta que no cesa en mi interior, nadie ahoga a los fantasmas que siguen haciendo ruido en las habitaciones vacías de mi memoria, nadie tapia las grietas de las paredes del corazón, nadie apaga la angustia, aun hay agujeros en las ventanas, aun el fuerte viento abre con fuerza todos los portales, nadie a logrado tapar las goteras y llueve, llueve mucho y siempre hace frío...
Vivo enamorada del mar, ahí me siento libre, el agua me da serenidad, me gusta mucho el ruido de las olas, las gaviotas todo el tiempo volando alrededor , los peces jugando, el mar se parece a mi esta lleno de misterios, de secretos. El mar tiene un profundo encanto.
Desde hace muchos meses el aire tiene olor a nostalgia, vivo atormentada llena de dudas, interrogantes, miedos, angustias, no vislumbro ni un rasgo de verdad en el horizonte, ni un rayo de esperanza, en un muro hay dibujado oscuridad, lamento, trampa, perfidia, perjurio, y en el suelo con sangre escrito, aquello que no me atrevo a pronunciar....
Me han arrastrado hacia el filo de un oscuro abismo y nadie se atreve a lanzarme de una vez al vacío...