miércoles, 14 de julio de 2010

Yo Amo a la Gente Grande

"En la juventud, la belleza es un accidente de la Naturaleza. En la vejez, es una obra de arte"

La gente mayor son como aquellos niños que anhelan atención y cariño, cada día al levantarme me noto una arruga más y eso que ando en los treinta aun así siento que los años no pasan vanamente,nos van llenando de experiencias,de sabiduría,de humildad,cuanta razón tenía Machado al escribir "Caminante, son tus huellas el camino y nada más;caminante, no hay camino,se hace camino al andar".


Desde niña siempre me he sentido atraída por la gente grande por la ternura que los envuelve, por ese suspiro de gloria que nos atrapa al escuchar muchas de sus historias, mi abuela era una anciana admirable tuvo la vida más triste de todas, enviudo casi a los treinta con seis hijos a cuesta pero se mantuvo siempre fuerte como un roble y alegre como una castañuela, de ella aprendí el valor que hay que darle a las cosas y el amor y respeto que hay que tener por las personas, ella era una mujer maravillosa siempre la recuerdo con su cabello blanco,pequeñita,sus hermosos y nostálgicos ojos verdes y esa presencia arrolladora siempre rodeada de gente a la que se brindo por entero sin jamás alzar la voz ni herir a nadie con un mal gesto o una palabra mal dicha, su vida había sido escrita en las páginas del destino con esfuerzo,lucha,abnegación y cariño. Quizás por ella siento ese inmenso Amor por la gente grande que ha luchado,se a sacrificado por alcanzar nobles ideales,esas arrugas están ahí como la mas leal prueba de las experiencias que los han llenado de sabiduría,son la muestra de aquellas lágrimas en silencio derramadas,de aquellos días de lucha por esos hijos que muchas veces los abandonan a su suerte, son huellas que van dejando tristezas y dolores del ayer.



Mi tita amaba con delirio a mi tata pero aun así no se abandono cuando él se fue y sus sueños de amor se derrumbaron, siguió en la lucha,como una loba defendió a sus hijos les enseño a ser honestos y a vivir con dignidad,nos demostró a sus nietos que a pesar de sus muchos inconvenientes la vida tiene esa parte de alegría con la que hay que aprender a vivir y que mientras el corazón este lleno de optimismo siempre los sueños son posibles de alcanzar.



Me heredo su fortaleza y su ternura, de ella aprendí a ser transparente a expresar lo que siento,a ser prudente a no dañar a nadie con mis palabras ni mis hechos, a entregar amor a manos llenas aunque a cambio solo reciba espina y abrojos. Aprendí que de la vida al final se obtiene solo lo que se da, que el tiempo te va enseñando que la mayor felicidad de los seres esta en lo pequeño e invisible, y que no hay mejor remedio para la tristeza que un abrazo,un beso o una frase de cariño. Aquella mujer pequeñita de aspecto pero enorme de alma fue mi mejor maestra en la escuela de la vida, decía que todo llega en el momento justo que lo peor es andar por el mundo con prisas y malos gestos, que tratara de perdonar si alguien me hacia daño,que siempre devolviera bien por mal,que la paciencia,la alegría y el amor son las mejores armas para ser feliz, y que aunque el mundo me juzgue,me señale y critique por predicar y obrar con bondad y amor continué en mi lucha porque no hay mejor semilla que sembrar en el corazón de otros nobles sentimientos, porque tarde o temprano estos crecen y su fruto se riega por todos lados.



Decía que el mundo era una casa bella llena de adornos valiosos y otorgados por gracia divina, que las personas tenían el valor que les daban quienes les amaban, que todos eramos flores de un mismo jardín que tarde o temprano nos marchitabamos,moríamos,y de aquellas pequeñas raíces nacía otra flor tan llena de espinas o de perfume como la que había fenecido todo dependía de la raíz,ella decía que con mucho amor nacen flores en el terreno mas árido.



Mi abuela tenía la sabiduría que otorgan los años, razonamiento erudito, la fortaleza heredada de sus ancestros, la humildad de la gente sensata, y un enorme compromiso de Amor por el mundo,tuvo una vida sencilla,modesta,tranquila pero jamás perdió la fe en ese Dios pagano inventado por los hombres de quien yo tengo ciertas dudas, siempre recibía a la gente con amor y una sonrisa los trataba igual que a sus rosas con delicadeza y ternura,jamás escuche a mi tita hablar mal de nadie, mantenía clara aquella máxima "No hay que mirar la paja en el ojo ajeno",decía que ella era demasiado imperfecta para querer exigir de otros perfección que quien te ama te acepta tal como eres.



Guardo mucho respeto y cariño a la gente grande quizás porque son el reflejo de aquella sabia y noble mujer que orgullosamente fue mi tita, la que me enseño muchas reglas de vida tantas que aun me cuesta aplicar porque por mas que trate jamás seré como ella porque mi adorada viejita era única e insustituible, formo parte de la misma raíz,de la misma esencia pero con distinto perfume....



Hay mucha gente grande que vive en la soledad de su silencio, abandonados, tristes, solitarios, gente que ha entregado su vida por el bien de las nuevas generaciones, muchos se pierden en sus recuerdos, otros divagan bajo el maldito embrujo de una enfermedad incurable, muchos solo se abandonan al dolor ,se cansan de vivir ante la indiferencia de sus hijos o familiares que los ven no como la fehaciente prueba de amor que significan, sino como un objeto baladí, a muchos de ellos solo les basta ser escuchados aunque sus historias sean cada día las mismas,otros tienen bastante con compañía y sonrisas, tantos solo desean un abrazo un gesto de amor, debe ser realmente triste irse de este mundo solo,triste,olvidado, sin tener una mano que apretar, un rostro que besar,o escuchar una voz que les diga que les quieren mucho o que agradecen todo lo bueno que han hecho en este mundo.



Este modesto Pensamiento va con cariño a todos los viejitos olvidados,abandonados y a todos aquellos Ángeles que al final de su vida les cuidan y les miman y os dan la despedida de amor que os merecen mi mas sincero afecto y Bendiciones.