sábado, 6 de noviembre de 2010

Pequeño Teatro, Ana M.Matute.


...A la niña que nació de su matrimonio, la bautizó con el nombre de Aránzazu, como su madre. Pero todos la conocían con el feo diminutivo de Zazu. Algo ocurría con aquella chica, algo que él no podía comprender. Un viento extraño gemía en su pensamiento. Se escapaba a él y le dolía dentro, aún más allá del corazón.
Era en aquellos momentos que Zazu se sabía sola. Sola y pequeña, extrañamente débil y pequeña, avanzando por entre las casas de la población mezquina y gris. Había un largo túnel en su vida. Un largo túnel del que huían los pájaros, como gritos breves y agudos.
Zazu venía perseguida allí por agudas risas antiguas, donde el miedo y la soledad se volvían al fin viento frío y lento, que vaciaba despacio su corazón.
El Pueblo, Oiquixa era oscura y llena de torcidas calles, en cada una de cuyas esquinas había risas y lenguas que destilaban largos hilos de maldad. Palabras dichas en voz baja, en voz chirriante que perseguía luego, como una culpa imborrable. Como si quedara en la frente un Pecado cometido y ya odiado, Zazu estaba presa en Oiquixa...
Parecía estar rodeada de carcajadas huecas y frías, envolviéndola, aislándola, dentro de todas aquellas esperanzas convertidas prematuramente en recuerdos.
Dentro de los ojos de Zazu había demasiada infancia y demasiado hastío, dentro de la población sofocada de murmuraciones y recelos, bajo aquel cielo pesado y densamente gris, con partículas de hollín de niebla y de conversaciones malignas.
Las muchachas de Kale miraban a Zazu con admiración y desprecio ellas odiaban a Zazu porque ella era diferente no despreciaba, ni temía ni buscaba amistades. Ni parecía escuchas las palabras ni el escándalo. La odiaban por su piel oscura y tersa, porque era fea e iba a casarse con el mejor partido de aquel Maldito pueblo.
Tenéis miedo de mi, os avergonzáis de mi, os acercáis a mi con vuestra curiosidad malsana, que no comprendo. Tenéis miedo de mi, es cierto, y sois mas hermosas que yo. Nunca os entenderé, nunca comprenderé vuestras pequeñas envidias ni vuestras vanidades, vuestros recelos y vuestra ternura. Nunca sabre nada de vosotras, y a pesar de todo me duele, me duele por algo oculto que llevo en el pecho y no me deja reír.
Cuando Zazu penetró en el vestíbulo, débilmente alumbrado, sintió caer sobre sus hombros la gran soledad y el silencio que invadían aquella casa. Yo no amo esta casa. Alguien esta mirando siempre hacia mi desde todos los ángulos.
Nunca se preocupo nadie de mi corazón. Mi corazón y yo crecimos extrañamente dentro de un mundo frío y distante. Yo he ido buscando siempre algo, y no sé qué he buscado. Mi pobre corazón como una lámpara enterrada.
Da lo mismo todo da lo mismo, una gran fatiga, precoz y amarga la invadía.
!Quisiera presenciar la hora en que se derrumben tus piedras azules, y rueden, rueden, hasta perderse irremisiblemente en las fauces anhelantes de la bahía!
Mar salvaje, áspero y traidor, tu no te pareces a mi viejo Mediterráneo, como amo a mi viejo Mediterráneo, !como me acuerdo de mi lento, azul antiguo amigo!...
Siempre sintió deseo de soledad, y era huraña por naturaleza. Los tímidos pertenecemos a una raza distinta que el diablo confunda, o que Dios acoja en su seno.
El rostro de Marco pareció aflojarse como el de una marioneta abandonada al fondo de un cajón
La tristeza vive encogida, como una pequeña alimaña al fondo de las botellas.
Porque dentro de mi hay un hombre débil y cobarde. Dentro de mí hay un hombre que tiene miedo de la vida. Tengo miedo de mi soledad. Yo sé historias de hombres que han muerto solos en el mar.
Tengo miedo dentro de mí, porque yo soy sólo un mar inmenso, amargo, y mi corazón se pierde, y no tengo ninguna orilla a donde dirigirme. Estoy solo.
La vida es violenta brutal, y a veces deja en el paladar un regusto agrío y seco de polvo. Pero hay una vida . Tiene que estar en alguna parte esperándonos.
Qué pensamientos guardara esa frente? Qué secreto se esconde tras sus ojos? Quién es, adónde va, de dónde viene?.
!Ah, mi querido amigo, mi viejo amigo Anderea!, he aquí lo que he observado: creáis hombres de madera, y luego os reís de ellos. Los obligáis a amarse, y os burláis de su amor. No creéis en sus tragedias, y los sacrificáis a ellas. !Ah Dios mío!, bien claro he visto que hacéis de su corazón una caricatura, del mismo modo que sustituis la vida por un trozo de madera. Si, no se puede negar que también os burláis del público que llora y del público que ríe. Pues bien, Qué opináis de mi, que no supe reír ni llorar vuestra farsa?
Su cabeza llena de sueños y de mentiras. La mentiras y los sueños son globos de colores que huyen Globos de colores que los pájaros pican y que caen, uno a uno, hasta la tierra.
Su corazón lleno de sueños. Su corazón, un gran velero incierto, sobre un mar de arena. Su corazón un velero perdido en la arena seca, sedienta, resbaladiza y traidora, que lo tragará.
Nadie ha encontrado nunca mi corazón. El corazón es algo extraño, algo lejano, algo que no se puede alcanzar. Nadie ha encontrado jamás mi corazón. Ni yo misma.
Tal vez el amor me ha corroído por dentro, me ha envenenado del todo. Por eso toda yo soy dolor.
No es bueno Amar no es bueno Soñar. El sueño no es dulce, el sueño levanta llagas, quema, empuja. Zazu huía de aquel nombre pero aquel nombre la llenaba como una sangre nueva, el amor duele.
Los Ángeles ahuyentan al diablo, el amor era un diablo perverso, un diablo cruel, impío. Ningún Ángel la quería en su compañía. Los ángeles eran blancos, eran puros, los ángeles no amaban. Pero no puedo huir. Si huyó de él le encontraré en todas partes.
En la voz de Marco había antiguas palizas, antiguos insultos, humillaciones, lágrimas contenidas . Y un llanto que siempre, como un niño encerrado en una gran casa vacía, como un niño perdido en una inmensa casa, vagaba sin sentido, dentro de su corazón. En la voz de Marcos había infinidad de globos de colores, que subían al cielo uno tras otro.
...Estoy triste, tengo algo aquí, dentro del pecho, que me hace daño y me ahoga. Llévame contigo Marco cuando venga tu velero. Quiero irme de aquí y no volver jamás...
...Todas las voces serán su voz, todas las primaveras serán esta primavera. Cada vez que arribe un velero, será su velero. No hay paz, no existe la paz. Marco esta dentro de ti. Marco eres tú misma . Marco es tu huida, tu sueño, tu vida toda...
...Pero la vida existe. Yo estoy seguro de que la vida anda escondida, por alguna parte. Esperándome .Si yo creo que la vida existe.
“En la Isla donde yo vivo hay grandes pájaros de vuelo lento y bajo. En la isla donde yo vivo, los muchachos cuelgan de los árboles grandes bolas de color de plata, de color de oro, de color de Sueño. Dentro de las esferas de plata, el mundo es muy distinto. El mundo es muy hermoso”....
Sus enemigos burlones la estrechaban, cada vez más cerca. Golpeando su rostro sus piernas. Y llegaría un momento, al fin, en que lograrían arrollarla. Quitarle la vida....
...Yo soy también un pobre golfillo tendido al fondo de una barca. Zazu sabía que podían crucificarla los pájaros, que podrían crucificarla los gritos lejanos de los pájaros, como a los golfillos que sueñan...