jueves, 21 de octubre de 2010

Museo de cuadros olvidados...

“Dios es capaz de crear partículas de materia de distintos tamaños y formas… y quizás de densidades y fuerzas distintas, y de este modo puede variar las leyes de la naturaleza, y hacer mundos de tipos diferentes en partes diferentes del universo. Yo por lo menos no veo en esto nada contradictorio.” (Isaac Newton)

“Tengo… una terrible necesidad… ¿diré la palabra?… de religión. Entonces salgo por la noche y pinto las estrellas. (Vincent Van Gogh)

Necesidad de ver más luz en los ojos de la gente, de sentir más amor en los rincones de la tierra, de beber más agua de libertad, alimentarse de sinceridad, alegría, optimismo.
El mundo esta compuesto de trillones de campanas cuya música hace vibrar a las estrellas. Cuando pasas muchos años, colgado en los muros del destino, atrapado en un cuadro abstracto lleno de claros oscuros, de mezclas indecisas, pinceladas discordantes,
Y tan solo el humo de tus esfumados sueños te vuelve a la realidad, te fijas en las otras paredes enmohecidas, de donde cuelgan cuadros con marcos mas elegantes, brillantes y mas costosos que el tuyo, vienen a ti miles de preguntas, de dudas, de sacrílegos cuestionamientos. Te dices como una pintura tan bonita puede colgar de un muro tan feo, como una obra de arte echa con tanto cuidado y esmero puede terminar sus días en un lúgubre salón sin luz ni calor.
Dios nos amolda a su imagen y semejanza y hay millones de seres humanos realmente admirables que terminan en la ruina y el abandono total y absoluto. Personas nobles y maravillosas cuyas vidas es ejemplo de lucha, esfuerzo y solidaridad. Gente mayor, enferma, que terminan como un mueble viejo, arrimado en un asilo de habitaciones oscuras y en un ambiente de absoluta soledad.
Obras de arte al más puro estilo, cuya faz se va desdibujando convirtiendo la sonrisa en mueca y esta a la vez en llanto, sus cabellos de plata, las huellas del tiempo, todo se pierde, se convierten en arruinados oleos, en “objetos” sin ningún “valor“, les abandonan a su suerte, cuadros estupendos colgados de enmohecidas paredes, cuya humedad va disolviendo las fibras mas sensibles y deshaciendo el encanto con el que brillaron alguna vez, de la luz, va quedando la sombra del dolor y el abandono de quienes un día quisieron tenerlos en el mejor salón.
El tiempo ese enemigo implacable y a veces justo que coloca cada cosa en su lugar, ese fantasma que anda a hurtadillas, que nos recuerda que no hay un minuto que perder, hay que aprovechar al máximo las horas porque no hay vuelta atrás, las manecillas del reloj jamás se detienen y este tic-tac nos obliga a pensar que cada día esta más cerca el final.
Ojala tu nunca formes parte del “Museo de Cuadros olvidados” por la ingratitud de quienes un día les utilizaron y ahora que ya no les sirve les abandonaron, ojala valores sus cabellos de plata porque son una verdadera Obra de Arte…
El valor de una persona no se mide por la cantidad de sus bienes materiales sino por la inmensa fortuna de su noble corazón…

Algún día todos formaran parte de ese inmenso óleo celestial y os llamareis “estrella” alguien les añorara pero será demasiado tarde para poder alcanzarles y decirles ¡Lo Siento! Por abandonarles el daño estará hecho y ya nada lo podrá remediar.

“Teníamos el cielo allá arriba, todo tachonado de estrellas, y solíamos tumbarnos en el suelo y mirar hacia arriba, y discutir si las hicieron o si acontecieron sin más.” (Mark Twain, Huckleberry Finn).

¡¡¡Ojala siempre te alumbre el brillo de una estrella a la que no hayas hecho llorar!!!