sábado, 21 de abril de 2012

Vivir en armonia


El zen no es ni un razonamiento, ni una teoría. No es un conocimiento que se pueda atrapar con la mente; es una práctica, una experiencia a la vez objetiva y subjetiva. En este sentido corresponde a las aspiraciones de cambio del ser humano que trata de ir más allá de las categorías, de las separaciones, de las divisiones en cualquier campo. Armonizar los contrarios remontándose a su fuente es lo propio de la actitud zen: abrazar las contradicciones, y hacer su síntesis, comprendiendo el equilibrio entre ellas. 

Sesshin quiere decir tocar el verdadero espíritu, hacerse íntimo consigo mismo, con su propio cuerpo y mente; abandonar el egoísmo y armonizarse con los otros, con la naturaleza, con el orden cósmico.