jueves, 26 de mayo de 2011

QUE SE ACABE Y EMPIECE

 
No porque algún cometa errante nos encuentre,
o que estalle la luna en mil pedazos.
No porque el Sol se duerma y no despierte,
o porque el mar se convierta en aguacero.
No serán los volcanes que vomiten
azufre y polvo y caminos
de fuego.

No será porque el dedo se equivoque
y un hongo gris se eleve por los cielos
convirtiendo la noche en mediodía
y la tierra completa
en un infierno.

No será que los odios desbordados
derramarán cicuta en cada vino;
o que un dios, vengativo y enojado,
quiera acabar al mundo
que no hizo.

No será dios, ni el odio,
ni un hongo gris, Ni un volcán,
ni el mar que cae del cielo,
ni el sol que se ha dormido,
ni la luna, partida en mil pedazos,
ni algún cometa errante
en el camino.

Será el amor, el canto...
Estas voces tan simples, este delirio.
Este abrazo, esta luz, estos poemas.
Esta muerte del miedo
y el olvido.

Sera el amor, el sueño,
la esperanza sembrada en los caminos.
La solidaridad
que desborda las plazas,
los sentidos.

El mundo acabará.
Yo se que acabará
este mundo ya enfermo,
sin destino.

No será dios, ni el odio,
ni un hongo gris, Ni un volcán,
ni el mar que cae del cielo,
ni el sol que se ha dormido,
ni la luna, partida en mil pedazos,
ni algún cometa errante
en el camino.

Será el amor, sin dudas.
Las manos que trabajan.
Serán verso y conciencia
confundidos.
Será el libro, la ciencia, la esperanza,
el sueño y el combate,
no el destino.

Que se acabe y empiece,
otro mundo, posible y perspectivo.

©Luis Carvajal