lunes, 8 de noviembre de 2010

Durmió el León a mi costado....

Durmió el León a mi costado...


Tuve un sueño tenebroso, horrible, un espanto, me pasa mucho últimamente, imagino debe ser toda la montaña de malas experiencias que he vivido durante los últimos meses, he aprendido poco porque aun me fió “algo” de las personas no podemos ser todos malos, aun conociendo lo oscuro que llevamos todos dentro del corazón aun me fió. La vida es la escuela donde hay que aprender gota a gota, palmo a palmo y superarnos espiritualmente Dios me enseña y yo aprendo aunque solo le pido no me enseñe jamas a odiar de la forma que sé a mi me odian, que me enseñe a ser mas prudente pero jamás hipócrita, humilde pero no servil, objetiva pero no injusta, vivimos en un mundo donde nos gusta que nos mientan, que nos alaben sin sentirlo, o merecerlo, si eres “indio” y vives entre “blancos”, calla pero jamas bajes la cabeza porque te decapitaran...

Soñé que iba casi a rastras por un camino de piedras llevaba grilletes en las manos y en los pies, la ropa roída, descalza, y el cabello más largo que mis penas, me enredaba con el a cada paso.
Miles de personas alrededor lanzándome piedras, palos, azotes, me insultaban y gritaban palabras que no podía comprender, me escupían, se reían a carcajadas, sonidos agudos que azotaban mi espíritu, me desgarraban por dentro, me obligaban a seguir, a levantarme, la piel pegada a los huesos la ropa llena de sangre seca igual que el alma imagino.

Me quemarían en la hoguera, hervirían mis huesos, mis entrañas en aceite hirviendo,merecido castigo por !hereje!, !hechicera!, !golfa!, los escuchaba decir que llevaba en las venas el pecado la sangre del mismísimo Judas Iscariote, hipócrita, falsa por herencia, no debo ser peor que ellos, me acusaban de un sinnúmero de faltas, de las que yo no podía defenderme, me habían juzgado ya a mis espaldas, habían puesto sobre mis hombros la pesada roca de la injusticia y el veredicto era CULPABLE….

Al final de un pequeño camino divisaba una pequeña sombra como la de un niño encadenado de la misma forma que yo gritaba, lloraba, me suplicaba auxilio pero no podía alcanzarlo, mis fuerzas se agotaban...

El sol era muy fuerte quemaba mis heridas, nublaba mi vista no podía divisar claramente a mis verdugos, solo veía vestidos oscuros era una enorme bandada de cuervos negros, buitres que parecían desear tan solo mi muerte e incitaban a otros para que no pararan con las manifestaciones de odio y desprecio un castigo, una venganza, mi razón estaba confundida divagaba sobria en un río de locura en un mar de dudas...Por qué lo hicisteis por qué?...

El dolor era intenso, profundo, agobiante, mi fe se rompía cual débil telaraña, los hilos que me ataban a la vida eran arrancados con violencia, sin piedad o misericordia, tiraban de ellos iban desgarrándome poco a poco hasta convertirme en guiñapo, bazofia, estiércol de esa manera saciarían su sed de sangre su hambre de huesos y piel yerta...
Aparecían tres verdugos con la cara tapada me azotaban mi sangre salpicaba sus vestidos oscuros , mis huesos se quebraban como frágiles cristales, me escupían, me insultaban, me gritaban !hereje!,!ladrona!,!mentirosa!, !hipócrita!, !bruja!, me abandone a la voluntad de mis detractores, no podía mas que esperar el final, ya me habían matado en vida que otro castigo peor podrían imponerme.

El Pueblo se agitaba furioso, era como el sonido de los lobos frente a la luna llena, de sus enormes hocicos parecía brotar espuma, parecían víboras enrollando a su presa de manera lenta para luego quitarle el aire y la vida, serpientes cuyo veneno no es tan letal como el de las lenguas cizañeras, de doble filo de los habitantes de ese maldito pueblo, de ese maldito infierno, tantas blasfemias, tantas calumnias, tantas mentiras, en sus ojos enormes llenos de rabia se divisaba el odio que habitaba en su interior, yo solo una India ellos blancos ...Yo era el Pecado, la Locura ellos los Jueces, la Razón....

De repente entre las sombras aparecía un enorme León bello y majestuoso y un pequeño cachorro este iba con un pequeño niño que sollozaba en su lomo, el León me agarro cual presa entre sus enormes mandíbulas no parecía devorarme mas bien salvarme de las fauces de las bestias depredadoras habitantes de una jungla donde reinaba la maldad, el odio y la injusticia, ironía, una bestia salvaje me salvo de otras aun peores y aun mas depredadoras, que se hacen pedazos unos a otros cuando pueden, que se destrozan el corazón y se arrancan las vísceras sin piedad, ni compasión.
Desperté como en un desierto helado de arena blanca, donde una sabana de estrellas cubrían mi rostro, una luna azul deleitaba mis sentidos y el ruido de un pequeño manantial me arrullaba el ánima, el perfecto equilibrio de la naturaleza abrazo mi ánima....

Aun llevaba las cadenas en las manos y los pies y el mismo cansancio viejo, se puede curar las heridas del cuerpo pero para los dolores del alma, para esos no hay cura, no hay medicina que cure a un espíritu herido, solo resignación y silencio no queda mas...
Durmió el León a mi costado protegiéndome y yo dormí tranquila, segura de que las bestias no volverían para atacarme, son cobardes cuando ven frente a ellos otra bestia mas valiente y feroz, en mi extraño sueño los superó no solo en fuerza bruta sino en inteligencia, la nobleza de ese animal supero mis expectativas y confirmo la sabia frase que dice mientras mas conozco a la gente mas amo a los animales...
Desperté, la pena es que el León no despertó a mi costado para ahuyentar a las bestias aun mas salvajes e implacables que en el mundo existen y protegerme de todo lo que bien sé aun me espera.
Dios en su infinita sabiduría dono a los animales instinto, olfato, astucia, alas, pero les quito el “habla”, solo les dio inteligencia, no me imagino una serpiente “chismosa”, ”cizañera” destilando aun mas veneno.... A los de la raza inferior los doto de tan bendita proeza “las palabras” para que aprendamos a ser inteligentes a usarlas cuando es necesario y para ayudar a construir no a destruir caminos de bien pero es un reto que la raza humana aun no ha superado la bondad no es precisamente la sabana con la que esta cubierto este averno.

No existe remedio para un corazón cercenado por el odio, el desprecio, la venganza de los depredadores que en un mundo normal en un universo no inventado aun serian llamados “seres humanos”,...no existe...
El espectáculo debe continuar sigamos siendo los fieles espectadores de un macabro escenario donde seguirán rodando cabezas, donde seguirán cayendo esqueletos, donde seguirán crucificando, azotando, amordazando y humillando a gente inocente, seguirán enterrando vivos, alabando muertos y adorando a sus Dioses....
Mientras no nos salpique la sangre sigamos bebiendo en copas de oro el elixir embriagador de los poderosos e invencibles....
Que nuestro corazón de barro se siga amoldando de acuerdo a nuestra conveniencia y de acuerdo a las circunstancias, que este cuadro abstracto lleno de claros y oscuros ya no tiene salvación, es solo una “estrella” más lanzada con fuerza a las entrañas del océano donde se va a apagar sin remedio.... y obviamente eso a nadie le importa ….